Católicos con Acción

«Porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón» (Mateo 6, 21)

¿Cuál es el centro que te mueve?, ¿Cuál es el eje que te hace girar por la vida? ¿Es acaso Jesús? o ¿Serán las cosas que te rodean? ¿Será acaso, una persona en particular? o ¿eres tú mismo?

¿Qué es lo que más amas? ¿Dónde tienes puesta tu fe y esperanzas? ¿En quién o en qué has depositado tu vida? ¿A quién te has abandonado? ¿A quién le has otorgado tu corazón?

Joven amado es este día en el que has escuchado cuánto vales para Mí, que eres precioso a mis ojos, que mis manos que te han moldeado no se han equivocado, y que te amo tanto que he dado la vida por ti.

Quiero que sepas que yo sé que es lo que anhela tu corazón, sé que la ira, el llanto, incluso las alegrías pasajeras te alejan de mí; y a eso le sumas el cansancio de tu trabajo, de tus estudios, de tu qué hacer diario… entre ellos hay problemas, malas noticias y todo comienza a salirte mal o al menos no como quieres y así tu corazón siente que ya no estoy contigo, que me he alejado de tu ser y que ya ni siquiera escucho tu voz de súplica pidiendo a gritos una solución a todo lo que te aqueja y por eso ya no quieres seguir en mi camino, te paralizas y te entregas a todo lo que te ofrece el mundo y te haces indiferente a mi llamado, pero al final tú sabes que te sientes vacío, solo, abandonado y sin fuerzas.

Este día quiero que te entregues a Mí y hagas el propósito de levantarte de nuevo en mi camino y de seguir siempre adelante, yo te redimiré y estaré siempre contigo, sólo te pido que me des tu mano y lo demás vendrá por añadidura, ya no te alimentes de los errores del pasado, yo te he perdonado, mi sangre he derramado por ti y te he hecho digno, ya no te entregues a tus bajos instintos, ya no te apegues al orgullo ni a la vanidad de las cosas, deja que sea Yo el centro de tu vida, no te arrepentirás Yo te guiaré por el camino de la Verdad, cuando me busques me encontrarás, te responderé y te libraré de todos tus temores y angustias.

Haz la prueba y verás que no quedarás defraudado y si escuchas algún eco que te susurre que otra cosa sea el centro de tu vida, yo sanaré ese espíritu abatido, dame tu corazón, Yo te volveré alguien nuevo y soltaré a su debido tiempo tus cargas, te daré la fuerza necesaria cuando tengas dificultades, te daré sabiduría cuando tengas que resolver un problema, te daré valor cuando tengas que superar un obstáculo y pondré personas a tu alrededor para que no te sientas solo, yo me manifestaré en ellas así como me he manifestado en ti este día, siente mi abrazo, siente mi consuelo, yo contaré tus lagrimas en la angustia y reiré contigo en tus alegrías y la vez seré la respuesta que tanto has buscado.

Articulo escrito por nuestro colaborador y católico con acción David López