San Juan Bosco catolicos con acción

“En su vida, lo sobrenatural se hizo casi natural y lo extraordinario, ordinario”

 (Pío XI sobre San Juan Bosco)

Es difícil escribir en algunos párrafos acerca de alguien que representa toda una historia de vida, legado y obra que trasciende hasta la eternidad. Pero aún y cuando las palabras resulten insuficientes, en los rostros de Jesús y María se dibuja siempre una sonrisa al escuchar en el cielo y en la tierra el nombre de San Juan Bosco. No pretendo en esta columna contarles la vida y obra de “Don Bosco” como cariñosamente le llamamos, mucho menos escribir meras palabras emotivas sobre su santidad. En realidad lo que pretendo es decirles, junto con Don Bosco: SÍ SE PUEDE SER UN CATÓLICO CON ACCIÓN EN EL MUNDO DE HOY.

San Juan Bosco es un “Católico con Acción”. Sí, lo dije bien, “es”, no es un “fue”, sino un “es” continuo, un presente vivo, una actualidad de frutos; todo cristiano católico esta llamado a la obra eterna, a dejar huella en este mundo, a seguir los pasos del Divino Maestro; por eso, la vida y obra de Don Bosco es así, hacer las cosas tan bien que aún ahora, a pesar de los años transcurridos, cada uno de nosotros puede ser testigo presencial de ella en cualquier rincón del mundo. Debo decir que no soy salesiano, pero me declaro un apasionado de San Juan Bosco, de su enseñanza y su espiritualidad, su amor y vocación por los jóvenes me inspiran a nunca conformarme con lo poco que le doy a mi Señor, a que en cada momento de mi vida exista gozo y alegría de corazón… a que siempre debo dar más y más, “amar hasta que duela”, amar hasta el extremo, amar como Jesús.

Y este es el secreto de todo hombre santo, lo fue muy particularmente de Don Bosco: EL AMOR. Saberse amado por Dios y amarlo sin medida, conocerle, amarle y servirle; enamorarse cada día más del “Amor de los Amores” y poderlo amar a través del prójimo. Bien diría San Pablo “Y si hablo de parte de Dios y entiendo sus propósitos… y si tengo toda la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada…” (1º Cor. 13, 2). Don Bosco nos dirá lo mismo con sus palabras: “Con caridad y paciencia todo se alcanza y hasta se llegan a juntar rosas sin espinas”, así que si quieres ser un “Católico con Acción” como San Juan Bosco:

1. Ama a Dios: Si Don Bosco no hubiera encontrado el amor de Dios en su vida, no hubiera sido capaz de entregarla como lo hizo; porque el amor no se agradece, se corresponde con toda el alma, con toda la mente, con todas las fuerzas; o como diría este gran santo: “Todo es vanidad, excepto amar y servir a Dios, ¿Cuándo te resolverás a entregarte del todo al Señor?”. Alguien que ama a Dios vence cualquier temor y dificultad, porque sabe que cualquier esfuerzo por “el amado” vale la pena, cualquier obra en realidad es en Él y por Él. Dice Don Bosco que “A Dios no le placen las cosas hechas por la fuerza porque siendo Él el Dios del amor, quiere que todo se haga por amor”. En fin, alguien que ama a Dios es capaz de hacer cosas extraordinarias, porque simplemente Dios es extraordinario.

2. AMA TU VIDA: Un cristiano siempre debe poder decir que su vida es un regalo de Dios. Míralo en este sentido: Si recibes un regalo de alguien tan amado, no lo recibirás con cara larga y triste y lo echaras al olvido o a la basura, todo lo contrario. Por eso, ante un regalo tan grande de alguien tan Amado, la respuesta es diferente. Hay que “estar siempre alegres” y vivir nuestra vida descubriendo la voluntad de Dios en cada instante, siendo luz que ilumina la oscuridad del mundo. Ante un problema o dificultad, ser faros de esperanza; ante la tristeza y el desánimo, ser la “sonrisa sincera”; ante el negativismo de la mente, ser positivos de corazón, porque todo está en las manos de Dios. ¿Quieres una razón más? Pues Don Bosco decía que “el demonio no puede resistir a la gente alegre”, así que ama tu vida y vívela con alegría, agradarás a Dios y desagradaras al demonio.

3. AMA TU VOCACIÓN: San Juan Bosco escuchó la voz de Dios que le llamaba a consagrarle su vida en el sacerdocio y a trabajar por los jóvenes de su época. Ante el llamado, la respuesta de un Santo, a imitación de María, diciendo sí y poniéndose en marcha, emprendiendo proyectos y siguiendo el camino hacia el destino que desde el corazón de Dios le era señalado para su vida: el servicio; y los frutos de su trabajo, aún hoy, se siguen cosechando a lo largo del mundo y a través de los años. En donde quiera que Dios te haya puesto para sembrar la semilla de su Reino, como trabajador o jefe, estudiante, ama de casa, padre de familia, etc., allí es donde trabajarás incansablemente y darás testimonio de tu cristianismo. Trabaja y ama lo que haces, trabaja y vive, trabaja y ocúpate, trabaja con alegría. No estés desocupado porque como diría Don Bosco “Si no trabajáis vosotros, trabajará el demonio”. Y sobre todo, recuerda, Dios no llama a los desocupados, llama a aquellos que están más ocupados, porque solo estos podrán ocuparse de las cosas de su Reino.

4. AMA TU IGLESIA: Cuántos cristianos hoy en día, con la excusa de hacer cosas buenas, dejan la Iglesia porque la ven como un obstáculo para lograr sus propósitos. Don Bosco vio todo lo contrario, trabajo con y desde la Iglesia en su obra por los jóvenes, enseñándoles a estos a amar a la Iglesia como Cristo la amó; San Juan Bosco, siendo obediente, se ganó el respeto y el aprecio aún de aquellos que estaban jerárquicamente por encima de él, del mismo Santo Padre, cumpliendo fielmente la misión de proclamar el Evangelio, sembrando aún hoy la semilla de la evangelización allí donde la obra salesiana se constituya. Qué diría Don Bosco de aquellos jóvenes que dicen “Yo amo a Cristo pero no creo en la Iglesia”… Sí precisamente él trabajo por los jóvenes, porque la juventud es parte de la Iglesia, es el tesoro de los ojos de Cristo.

5. AMA LA EUCARISTÍA: Inseparable del amor por la Iglesia es el amor por la Eucaristía, en cada misa y en cada oración frente al Sagrario Don Bosco encontraba las respuestas y la fortaleza necesaria para continuar su obra; Don Bosco nos enseña que “el tesoro más grande que se puede hallar en el cielo y en la tierra, está en el Sagrario, pues ahí habita el Dueño de todo lo creado”, añadiendo lo siguiente: “Jesús te espera en la Iglesia. ¿Por qué no lo visitas a menudo? Se apóstol de la Eucaristía”. Un Cristiano sin sacramentos, un Cristiano sin corazón Eucarístico, es Cristiano solo de nombre; Don Bosco no se conformó con decir soy cristiano o con meramente creer en Dios, creía tanto en Él que literalmente se lo comía en cada Misa para estar más unido a su Señor.

6. AMA A LA JUVENTUD: No seas un viejo de alma, se un alma joven. Cuando veas a un joven, mira siempre en él a Jesús y ámale. Don Bosco decía que le bastaba con que tú fueras joven para amarte como hijo, no en vano el Beato Juan Pablo II lo proclamó oficialmente, el 24 de Mayo de 1989,  “Padre y Maestro de la Juventud”. Dios infundió en el corazón de San Juan Bosco ese amor paterno que cuida y ama incondicionalmente a los jóvenes, que entrega, que trabaja, que engendra familia, que edifica el hogar; que enseña a imitación de Jesús, con palabras y vida misma, cercano y sabio, formando la mente, tocando el corazón.

7. AMA A TU PATRIA: Nos dirá el “padre y maestro de la juventud” que debemos ser “BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS”; como cristiano eres parte de una sociedad, de un país, de un lugar donde Dios quiso hacerte nacer para que allí fueras “sal y luz del mundo”. Por eso debes esforzarte en ser un gran ciudadano, cumple con tus deberes cívicos, eso también es grato a Dios, recuerda que parte de tu misión como evangelizador es llevar a Cristo a todas las esferas de la vida social… si no lo haces, lo siento, no eres Católico con Acción.

Podría escribir aún más, pero esto es lo que Dios puso en este corazón joven para compartir sobre este “joven de corazón”. Don Bosco, definitivamente un gran hombre, un gran sacerdote, un gran maestro, amigo y apóstol de la juventud, un buen cristiano y honrado ciudadano… un gran Santo, siervo e Hijo predilecto de Dios y también de María. No, no se me olvidó este último punto, lo más especial siempre se deja para el final, como San Juan Bosco AMA A MARÍA, camina con ella, acude a ella, pide su intercesión y tenla como modelo; como Don Bosco, hay que amar a nuestra Buena Madre María, ella es el “Auxilio de los Cristianos”, tampoco se puede ser Cristiano sin tener una Madre tan hermosa; por eso, cuando necesites su ayuda invoca a María con confianza, no temamos proclamar nuestro amor a María, porque “en el cielo nos quedaremos gratamente sorprendidos al conocer todo lo que María Auxiliadora ha hecho por nosotros en la tierra” (San Juan Bosco).

<< ¡Salve Don Bosco Santo, joven de corazón!… San Juan Bosco, ruega por nosotros, ruega por la Iglesia y por mi juventud; ayúdame a amar a Jesús como tú lo amaste, a confiar en María como tú confiaste; quiero ser santo, como tú Don Bosco, un buen cristiano y honrado ciudadano, quiero ser un verdadero Católico con Acción>>.

Artículo escrito por nuestro colaborador y Católico Con Acción Ernesto Martínez

1 Comentario »

  1. si hay division entre la creacion de dios q es el hombre como nos jusgara porque pasar a la otra orilla y decir hay q orar si nuestros padres nos trasmitieron la fe porque no conservarla y mejorarla porque abandonarla y decir lea la biblia si nuestros padres nos enseñaron a leerla enviandonos a la catequesis , porque la fe es probada verdad

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